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martes, abril 10, 2012

RT: LOS SUPERAMIGOS #1 GERRY CONWAY

ReTro : La sección de REPOST CLASICOS de RADIOACTIVE PRESENTA: 

Creatividad, Ingenio, Imaginación.... Ellos hacen los comics... Ellos son los Superamigos:
Introducción: 
Hace un rato ya (mediados de los 90's) el BOOM del comic en México dio lugar a un programa de radio llamado COMIC QUEST (en Radioactivo 98.5) y una de las secciones "LOS SUPER AMIGOS" daba referencia de los creativos mas sobresalientes de la industria... de ahí el nombre de esta sección, se me hace muy apropiado ya que siempre siempre veremos a los creativos de la industria ir de editorial en editorial haciendo sus propias versiones de superheroes en cada una de ellas...conjuntandose además con otros: SUPER AMIGOS.

Uno de los escritores mas influyentes de la industria del comic, sus historias han sido aclamadas por los fans de varias generaciones sus aportaciones al universo Marvel (Spider-Man: la muerte de Gwen Stacy y la saga del clon original) siguen haciendo eco…

… con ustedes GERRY CONWAY!!!


I.-De profesión, guionista.

La decada de los 70’s presenció la ascensión de una generación de creadores irrepetible en la historieta estadounidense, contempló también la madurez del trabajo de un elenco de guionistas que tomaron el relevo de Stan Lee. Liderados por Roy Thomas (Conan), veteranos como Archie Goodwin (Manhunter), profesionales comprometidos como Denny O’Neil (Green Lantern) o jóvenes emergentes como Len Wein (Swamp Thing), a los que se sumaba el imberbe Gerry Conway (Spider-Man), nos iban a brindar un ramillete de historias míticas que impulsaban al comic book hacia nuevos hitos de excelencia.

Apadrinado por Thomas, nuestro hombre no iba a tardar en corresponder a la confianza depositada en un prácticamente adolescente (con 19 años se hizo cargo de la serie estrella de La Casa de las Ideas, The Amazing Spider-Man, sucediendo nada menos que al jefe, Stan Lee). Nadie podía imaginar en ese momento el nivel de intensidad dramática que el equipo creativo de la serie, los veteranos John Romita, Gil Kane, y su nuevo argumentista, iba a conferir a las andanzas del más popular personaje de la casa.



II.-De cómo Conway y compañía llevaron a Spider-Man a su máximo.

Aunque era difícil sospecharlo tras la marcha del último creador del personaje, con el número 111 de The Amazing Spider-Man comenzaba la etapa más recordada del hombre-araña, fértil período que comprende casi una cuarentena de números y concluye en el 149. El joven guionista no ingresó en la serie con todos los atributos. Compartió la realización del argumento con otro miembro (alguna vez con dos) del equipo. Tras un par de números de tanteo, se metió enseguida en harina con la vuelta del Doctor Octopus y su guerra de bandas con Hammerhead, Cabeza de Martillo. 

Nos encontramos entonces ante un John Romita en plena forma a los lápices y Conway ya muestra sus mejores virtudes: historias sólidas, capacidad de dirigir al lector a través de la narración, administración de sorpresas al final del número, pulsación de sentimientos y motivaciones de los personajes, equilibrio entre lo externo (la acción, la espectacularidad) y lo interno (relaciones interpersonales, introspección), entre lo épico y lo íntimo... pautas que, en buena medida, ya venían definiendo la serie.



Dicha dualidad es, muy posiblemente, la responsable del especial atractivo de la colección, pero no se presenta en forma de compartimentos estancos. Los vaivenes afectivos y vitales de Peter Parker no sólo repercuten en su faceta de desfacedor de entuertos sino que, incluso, influyen directamente en la constitución de algunos de los supervillanos a los que se enfrenta, como veremos más adelante. Todo este fresco urbano se completa con el toque melodramático elevado a la enésima potencia en la tragedia en dos actos que narra la muerte de Gwen Stacy (míticos números 121 y 122).

Los hechos conducentes a tal desenlace quedan un tanto soterrados en las entregas inmediatamente anteriores. Tras los enfrentamientos referidos, incluido el choque con un fornido adversario, Smasher, el cambio de aires que supone el viaje a Montreal (donde topa con otro titán, Hulk), a pesar de no relajar del todo las tensiones habituales en su vida, no permite sospechar a Peter Parker lo que va a encontrar en su regreso a la Gran Manzana: su amigo Harry Osborn ha empeorado en su proceso de drogodependencia. Los acontecimientos se precipitan. Norman Osborn, conocedor de la doble personalidad de Parker y exacerbado por el estado de su hijo, ataca, encarnado en su alter ego, Green Goblin, al héroe donde más le duele: secuestra a la dulce Gwen y la deposita sobre uno de los famosos puentes de la ciudad de los rascacielos. El resto es historia...

El epílogo de ese número 122, la tira muda final en la que Mary Jane decide quedarse con Peter a pesar de la invitación de éste a que se marche para rumiar su dolor a solas, no necesita palabras.

STAY TUNED

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